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Intercambiadores iónicos


Información detallada

La mayoría de las resinas de intercambio iónico se basan en la copolimerización del estireno y un reticulante, el divinilbenceno (DVB), para producir una estructura reticulada tridimensional, suministrada fundamentalmente como perlas esféricas, o microesferas. Las resinas de intercambio de catión muy ácidas se preparan mediante sulfonación de los anillos de benceno en el polímero, mientras que las resinas de intercambio de cationes débilmente ácidas se basan principalmente en el ácido acrílico que se ha entrecruzado con el divinilbenceno (DVB). Los intercambiadores iónicos que contienen grupos amonio cuaternarios son fuertemente básicos, mientras que las resinas con grupos amino terciarios exhiben propiedades básicas intermedias o débiles.

Intercambiadores iónicos de tipo gel

Las resinas de intercambio iónico de tipo gel, también denominadas resinas microporosas, no tienen poros discretos. Aquí, los iones que van a intercambiarse difunden a través de la estructura del gel para interaccionar con los sitios de intercambio. Normalmente las resinas de tipo gel exhiben microporosidad con diámetros de poro de hasta 30 Angstroms. Su porosidad está inversamente relacionada con el reticulante DVB. Debido a esta reticulación, estos intercambiadores iónicos son insolubles en ácidos concentrados, bases y sales, y poseen resistencia a los oxidantes, los reductores y la radiación radiactiva. Las resinas de tipo gel son térmicamente estables y exhiben una elevada capacidad de intercambio.

Intercambiadores iónicos macroporosos

Las resinas de intercambio iónico macroporosas se sintetizan mediante procedimientos especiales y el diámetro de sus macroporos es más del doble que el de los microporos de las resinas de tipo gel. Los macroporos facilitan el proceso de intercambio iónico y permiten el acceso a compuestos de peso molecular elevado. Estos compuestos podrían ser contaminantes naturales o industriales el agua, como los ácidos húmicos producidos por biodegradación de la materia orgánica muerta o las aguas residuales efluentes de las plantas de celulosa.

Los macroporos facilitan también la regeneración de los intercambiadores iónicos, evitando así una contaminación irreversible. Debido a su gran porosidad, estas resinas son opacas y exhiben poco cambio de volumen (hinchazón) en la mayoría de los disolventes. La exclusiva y robusta estructura de las resinas macroporosas ofrece mayor estabilidad con respecto a las influencias químicas, osmóticas, térmicas y mecánicas. Por consiguiente, los intercambiadores iónicos macroporosos pueden utilizarse de manera favorable como catalizadores, en particular en medios no acuosos.

En comparación con las resinas de tipo gel, las macroporosas tienen una menor capacidad de intercambio de iones. Sin embargo, esto es compensado por su periodo de validez más prolongado y por el hecho de que solo estas resinas posibilitan los procesos químicos que intervienen en las reacciones de intercambio iónico.

Adsorbentes poliméricos

Los intercambiadores iónicos macrorreticulares ofrecen diversas propiedades exclusivas, como resistencia a la adsorción o la concentración de diferentes especies no cargadas. Esto ha inducido el desarrollo de una serie de adsorbentes poliméricos macrorreticulares.

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